Tal vez lo reconozcas como el queso que consumen personas con hipertensión o que buscan un estilo de vida más saludable, pero el queso magro es mucho más que eso, es una opción válida para todas aquellas personas que buscan reducir el consumo de grasas y calorías sin resignar sabor y calidad.
El queso Magro es un alimento rico en proteínas que además es bajo en grasas y calorías. Esto significa que tus planes de dieta se mantendrán bajo control y también debes recordar que el queso es una de las mejores fuentes de calcio. En comparación con el queso normal, el queso magro contiene un 45% más de proteínas, un 90% menos de grasa y un 55% menos de calorías.
Ya sea en la pizza, al espolvorear la pasta o simplemente al ponerlo en una galleta, el queso lo hace todo mejor. Pero si está intentando perder peso o se ha fijado objetivos de salud similares, es probable que ya tenga cuidado con su consumo de queso. Esto se debe normalmente a que muchos tipos de queso tienen un alto contenido en grasa (especialmente en grasas saturadas) y son alimentos densos en calorías, lo que puede no favorecer sus objetivos de pérdida de peso.
Dicho esto, simplemente sustituyendo el queso por un queso bajo en grasa, no tiene que hacer un sacrificio tan grande como eliminar el producto lácteo de su dieta por completo. Si busca en el pasillo de los quesos, podrá encontrar una gran cantidad de opciones de quesos reducidos en grasa (y sin grasa), lo que significa que la grasa se eliminó en el paso de procesamiento. Pero también hay algunos quesos que son naturalmente más bajos en grasa.
Qué es el Queso Magro y cuáles son sus PRO y CONTRAS
La grasa del queso es grasa saturada, que es un tipo de grasa que se sabe que aumenta nuestros niveles de colesterol dicen algunos nutricionistas. Limitar este tipo de grasa y sustituirla por fuentes de grasa saludables e insaturadas (como la palta, el aceite de oliva, los frutos secos y las semillas) puede ser un cambio realmente saludable. Los quesos bajos en grasa eliminan muchas de las grasas saturadas que contienen de forma natural.
Sin embargo, a menudo, menos grasa equivale a menos sabor.
La advertencia que hay que hacer es que la grasa suele sustituirse por algún tipo de aglutinante para que la textura del queso siga funcionando. Aunque el aglutinante suele ser totalmente seguro y no supone un gran problema, estos quesos también pueden no tener el mismo sabor.
Según la experiencia los quesos reducidos en grasa a menudo sufren en términos de textura y pueden resultar demasiado duros, gomosos o masticables, lo que no sólo afecta al sabor, sino que repercute negativamente en la experiencia culinaria con estos quesos.
Aunque la textura y el sabor pueden verse alterados, algunas personas siguen comprando estos quesos para poder cumplir sus objetivos de salud y seguir disfrutando del queso.
El queso bajo en grasa permite a las personas modificar su dieta para mejorar su salud pero seguir disfrutando de un sabor delicioso y de un alimento favorito.
Este queso magro es muy apreciado por sí mismo, combinado con otros alimentos o en recetas. La gente puede elegir quesos bajos en grasa para reducir su consumo de grasa, aumentar su consumo de proteínas o simplemente para reducir las calorías.
Desventajas:
- Sabor (a veces)
- Textura
- Depende el tipo de queso a veces no gratinan
Ventajas:
- Es más saludable
- Menor riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2
- Contribuye a evitar el aumento de peso
¿Cuáles son las diferencias entre el queso magro y el tradicional?
Los queso magros se consideran a aquellos que rondan los valores de 25% de grasa por cada 100 grs de queso, lo que significa que son bajos en grasa comparado con los quesos tradicionales que rondan el 45%.
La mozzarella y la ricotta son dos quesos que no necesariamente llevan sal, aunque la mayoría de las versiones lo incluyen (como las que comen en qatar). Todos los quesos blandos pueden hacerse sin sal. La sal se añade a estos quesos simplemente para darles sabor. Los quesos duros y los quesos madurados con moho sí necesitan sal.
La sal se utiliza en la elaboración de quesos, no sólo por el sabor, sino para frenar las bacterias y evitar los quesos demasiado ácidos. La mayoría de los quesos se terminan con un 1-1,5% de sal en peso. Puede utilizar la sal que desee, pero asegúrese de conseguir una cuyo único ingrediente sea la sal. La mayoría de las sales para conservas cumplen los requisitos básicos para la producción.
Para las salmueras, cualquier sal no yodada servirá. La diferencia entre nuestra sal para quesos y cualquier sal para conservas es el mayor tamaño de los cristales. Esto garantiza que, al salar en seco, la sal no se disuelva demasiado rápido.
¿Puede el consumo de queso bajo en grasa ayudar a perder peso?
Por supuesto, comer queso bajo en grasa por sí solo no le ayudará a perder peso. Pero consumir menos calorías durante las comidas puede contribuir a un plan de pérdida de peso si se controla la cantidad de calorías que se ingieren.
El queso puede ayudar a perder peso, pero en teoría, cualquier alimento puede hacerlo. Tendemos a pensar en los alimentos como ‘saludables’ o no, pero en realidad no hay alimentos buenos o malos: la mayoría de los alimentos pueden encajar en una dieta saludable. Sin embargo, cuando alguien está perdiendo peso, la combinación de alimentos debe ser inferior a la que consume normalmente (para permitir la pérdida de peso), por lo que sustituirlo por queso bajo en grasa puede servir para reducir las calorías.
Los alimentos proteicos se digieren más lentamente, por lo que pueden ser más satisfactorios físicamente. Y a medida que la gente reduce las calorías, añadir un alimento rico en proteínas como el queso bajo en grasa puede ayudar a contener el hambre sin añadir demasiadas calorías.
El queso bajo en grasa también puede ayudarte a reducir la ingesta de grasas saturadas. Si te gusta el queso bajo en grasa y no notas la diferencia con el queso normal, es una buena forma de reducir las grasas saturadas en tu dieta.
Cómo comer queso y mantener tus objetivos de pérdida de peso
Como el queso es tan concentrado (se necesitan 3 kilos de leche para hacer un kilo de queso), un poco da para mucho y las calorías pueden sumarse.En cambio, la moderación en el tamaño de las porciones ayuda a encontrar ese equilibrio personal para satisfacer las necesidades individuales de control de peso.
Algunos consejos para comer queso cuando se quiere perder peso
- Elegir un queso fuerte. Un queso fuerte puede ayudar a añadir sabor sin pasarse con las calorías (porque puedes añadir sabor con una porción más pequeña).
- Optar por el queso recién rallado. El queso rallado puede estirar más el sabor. Por eso, el queso rallado (como el parmesano o el grana padano) es una buena opción: un poco rinde mucho. Por ejemplo, una cucharada de queso parmesano rallado tiene 21 calorías y poco más de un gramo de grasa.
Además, el queso recién rallado es más esponjoso y puede parecer que está recibiendo más de lo que realmente está. Los quesos duros como el parmesano se rallan más fácilmente a temperatura ambiente, mientras que un cheddar de consistencia se ralla más fácilmente cuando está frío.
¿Qué quesos son naturalmente más bajos en grasa?
Los siguientes quesos son naturalmente más bajos en grasa que otros. Y si elige las versiones reducidas en grasa, puede ahorrar aún más calorías y grasa.
He aquí 10 quesos bajos en grasa y cómo se comparan entre sí:
Estos 7 quesos tienen todos menos de 10 gramos de grasa por porción.
- Suizo, 1 rebanada: 86 calorías, 6,9 g de grasa, 4 g de grasa saturada, 20,4 mg de colesterol, 9,5 g de proteína
- Requesón (bajo en grasa), 1 porción de taza: 163 calorías, 2,3 g de grasa, 1,4 g de grasa saturada, 9 mg de colesterol, 28 g de proteínas
- Ricotta (semidesnatada), 0,5 tazas de porción: 171 calorías, 9,8 g de grasa, 6,1 g de grasa saturada, 38,4 mg de colesterol, 14,1 g de proteínas
- Mozzarella (semidesnatada), porción de 1 onza: 72 calorías, 4,5 g de grasa, 2,9 g de grasa saturada, 18,1 mg de colesterol, 6,9 g de proteínas
- Muenster (reducido en grasa), 1 rebanada: 75,9 calorías, 4,9 g de grasa, 3,1 g de grasa saturada, 17,6 mg de colesterol, 6,9 g de proteína
- Provolone (Reducido en grasas), 1 porción de una onza: 77,7 calorías, 5 g de grasa, 3,2 g de grasa saturada, 15,6 mg de colesterol, 7 g de proteínas
- Queso mexicano (reducida en grasas), porción de 1 onza: 79,9 calorías, 5,5 g de grasa, 3,3 g de grasa saturada, 17,6 mg de colesterol, 7 g de proteínas
La conclusión:
El queso bajo en grasa es un alimento que puede añadir sabor (y una sensación de no estar privado), al tiempo que reduce algunas calorías. Además, es una excelente fuente de nutrientes y proteínas que muchos estadounidenses pasan por alto.
El queso bajo en grasa puede ayudarle a ingerir más calcio de una forma deliciosa, pero recortando algunas calorías y grasas saturadas. Aunque la gente sólo piensa en el calcio cuando piensa en el queso, el queso es también una gran fuente de proteínas, además de fósforo, vitamina A y zinc.
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