Sabemos que sos un fanático de este queso naranja que es furor en las cadenas rápidas de comidas. Si estamos en lo correcto entonces este artículo ¡Es para vos!. El popular y famoso queso anaranjado es normal encontrarlo en hamburguesas, pizzas y algunos sandwiches americanos como el Philly Cheese. Si bien este queso es elaborado con leche entera de vaca, puede ser de color blanco cremoso o naranja si se le ha añadido el aditivo natural conocido como achiote para crear el tradicional cheddar de color naranja. ¿Qué curioso, no? El sabor del cheddar varía de suave y dulce a agudo y picante, lo que es resultado de la madurez del queso. El cheddar suave se madura en estanterías de 2 a 4 meses. El cheddar medio reposa de 4 a 6 meses. El cheddar fuerte se conserva de 6 meses a un año y el cheddar extra fuerte o más intenso durante un año o más. Pero si en realidad no sabemos qué estamos comiendo nos gustaría averiguar...

¿Qué es el Cheddar?

El queso Cheddar, es un queso de pasta semidura elástica, lisa no granulosa, sabor suave algo salado, de aroma característico poco acentuado. Se lo puede utilizar en la mesa, para preparar sándwiches, hamburguesas, pizzas y demás comidas. El queso procesado es un producto elaborado a partir de queso y de productos lácteos fermentados a los que se le añade emulgente, sales y colorante alimenticio. Es comúnmente conocido como Cheddar a secas, es un queso natural relativamente duro, de color anaranjado y según la variedad a veces de sabor picante. Originario del pueblo inglés de Cheddar, en Somerset, los quesos de este estilo se producen actualmente en todo el mundo. El queso, especialmente el Cheddar, es un placer para comerlo con hamburguesas, pizzas, galletas, salsas y derretido en aperitivos como papas, nachos, macarrones con queso e incluso pastel de papas son otras formas estupendas de saborear este queso. Otra forma de presentación es el Cheddar Pouch líquido.

¿De dónde proviene el Queso Cheddar?

El queso cheddar es originario de la ciudad de Cheddar Gorge, en Inglaterra, y es una de las variedades de queso más populares y versátiles que existen. Además de las variedades que van desde el sabor suave hasta el agudo, algunos de los tipos comunes de cheddar que pueden estar disponibles como cheddar blanco o naranja son los siguientes: versiones ligeras (con menor contenido de grasa), picantes (con sabor a chile o picante), empapados en vino o con sabor a vino, ahumados, con sabor a verduras o hierbas, y cheddars con capas de quesos azules.

¿Cómo se come?

El queso cheddar suele servirse en sándwiches con carne de almuerzo, en sándwiches de queso a la plancha abiertos o cerrados, como aperitivo o tentempié con carnes, frutas y panes, como queso de postre con la tarta, o como ingrediente de una gran variedad de platos cocinados y productos horneados. Es un queso que también se sirve en sopas, platos de pasta y en las conocidas versiones de macarrones con queso.

Estas son sus características

Pegajoso, salado y satisfactoriamente fibroso cuando se le arranca, sin el cheddar nuestros sándwiches de queso a la parrilla no serían lo mismo. Ya sea afilado, suave o blanco, el cheddar es un gran queso cuando buscamos un bocadillo o si se trata de una hamburguesa con queso decadente y fundido, y en cualquier otro momento. El cheddar tiene una textura firme, con un sabor final a nuez. Un cheddar joven tiene un sabor suave, y se va a volver picante y complejo cuanto más tiempo esté estacionado. Algunas variedades de este lácteo se conservan durante más de seis meses. Los cheddars con envoltura de tela que se encuentran en Europa tienen una textura más seca y desmenuzable que las variedades con envase plástico. Aunque carece de cualidades en cuanto a la textura, el cheddar envuelto en tela tiene un sabor fuerte, terroso y equilibrado.

¿Cómo se fabrica el queso cheddar?

El cheddar es sin duda uno de los quesos favoritos del mundo. Tanto si se trata de un queso cheddar suave para los macarrones con queso como de una variedad extra fuerte para un sándwich de queso a la plancha, el cheddar nunca deja de ofrecer el sabor penetrante y terroso que todos conocemos y amamos. Entonces, si te preguntas cómo se hace el queso cheddar o lo que es más importante, ¿por qué es tan bueno? En Estados Unidos le dirán que es una mezcla de leche excelente, técnica experta y un proceso llamado cheddaring.

Presentación

El Queso Cheddar Rosalat, se comercializa envasado al vacío en bolsas de plástico coextrudadas.

Ingredientes

Queso Natural, fermento láctico, sales fundentes, agua y colorante natural amarillo para queso.

Aptitud

El producto tiene un periodo de aptitud de 90 días.

Conservación

El producto debe ser mantenido a temperatura inferior a 8ºC, siendo el rango óptimo de almacenamiento de 2ºC a 8ºC.

Cantidad

Caja x 4 Unidades.

Usos del Cheddar

El queso cheddar cortado en rodajas es una entrada perfecta por sí misma. Pero aún así hay miles de combinaciones que se pueden usar en la cocina. Algunas de ellas son:

1. Tabla de quesos: Para hacer una tabla de quesos, prueba a mezclar diferentes tipos de queso, desde los duros hasta los semiduros y los blandos. Prueba con queso azul, gruyere o brie, junto con cheddar. Podés servir el queso junto a mermeladas, frutos secos, nueces y galletas o pan. Es aconsejable sacar los quesos de la heladera para que estén a temperatura ambiente durante una hora antes de servirlos.
2. Cheddar con manzana: Para saborear algo dulce y salado, podés probar rebanadas de manzana verde con trozos de queso cheddar por encima.
3. El mejor sándwich de queso a la parrilla: Un clásico popular, prueba a hacer un sándwich de queso a la plancha con queso cheddar afilado y rebanadas de pan de masa madre. Agarrar dos rebanadas de pan con manteca y agregar una generosa cantidad de queso rallado entre cada feta.Derretir manteca en una sartén y espolvorear un puñado de queso directamente sobre la sartén caliente. Colocá tu sándwich encima. Una vez que la parte inferior esté tostada, alrededor de 2 minutos, levanta el sándwich con una espátula, agregá otro puñado de queso en la sartén y cociná del otro lado.
4. Macarrones con queso: Nada es mejor que unos cremosos macarrones con queso. El queso cheddar se incorpora a una salsa bechamel, para crear una base de salsa que se añade a la pasta cocida.
5. Patatas gratinadas: Las patatas gratinadas están hechas de patatas en rodajas finas con una salsa cremosa y queso cheddar fundido por encima. Prueba la receta de macarrones caseros de Wolfgang Puck aquí.
6. Quesadillas: Una forma común de utilizar el queso cheddar rallado es en una quesadilla, que es un plato mexicano que consiste en una tortilla rellena de quesos como el cheddar, mozzarella y Monterey Jack.Galletas de queso y cebolleta: Prueba a añadir 1 taza de queso cheddar rallado y ½ taza de cebolletas a tu receta de galletas favorita. El queso se derretirá y formará una base crujiente y de encaje alrededor de la parte inferior de cada galleta.
7. Papa Rellena: Las papas rellenas son papas cocidas a las que se les saca el centro y se rellenan con panceta y queso cheddar rallado. Hornear hasta que el queso se derrita y cubrí con crema agria y cebollas verdes.
8. Huevos revueltos con queso: Probá terminar tus huevos revueltos con un poco de queso cheddar rallado por encima. Dejalo en la sartén hasta que el queso se haya derretido y servir inmediatamente.

 

Como derretir Cheddar en 5 pasos:

¿Quien no disfruta de unos nachos con Cheddar en el cine o simplemente en el sillón de casa? Acá veremos la manera de hacer tu plato favorito para ver tu película preferida en 5 simples pasos.

1. Empezar con un Cheddar suave

   Podés empezar con un cheddar suave. Este queso puede ser suave, fuerte o con un sabor extra. El sabor va a depender del tiempo de maduración del queso. A medida que aumenta el estacionamiento, el sabor pasa de suave a extra fuerte. Cuando el queso envejece, su textura cambia. Los cheddar suaves tienen una textura más cremosa que los de sabor intensos y son más fáciles de fundir. Se necesitará más calor para derretir el cheddar fuerte que para fundir el queso cheddar cremoso. El cheddar suave es mas húmedo que el extra intenso.

2.  Rallar el queso

   Podés rallar el queso con cuchillo o rallador, o en última medida con una procesadora. Usar un rallador es el método más popular y más fácil. Agarrá el queso firmemente con la mano y presioná el extremo con firmeza contra las cuchillas del rallador. Ejerciendo esa presión, moviendo el bloque de queso hacia arriba y hacia abajo a lo largo del rallador. Lo mejor es rallar el queso cuando todavía está frío. Si rallas el queso cuando está demasiado caliente, se te convertirá en puré. Si no querés rallar el queso por tu cuenta, podrías comprar queso ya rallado. Sin embargo, el resultado final será más cremoso , fresco y tendrá mejor sabor si lo desmenuzás por tu cuenta. Si te surge algún problema para rallar el cheddar, meterlo en el congelador durante 10-30 minutos para que se endurezca.

3. Poner el queso a temperatura ambiente.

   Una vez rallado, dejar que el cheddar rallado permanezca en la mesada hasta que alcance la temperatura ambiente. De este modo, reducirá el tiempo de exposición del queso cheddar al calor antes de que se derrita. La exposición excesiva al calor hará que el cheddar derretido se vuelva desagradablemente gomoso o grasiento, así que cuanto menos calor tenga que utilizar, mejor.

4. Colocar el queso en un bol apto para microondas.

   Colocar el queso cheddar rallado en un recipiente en el que quepa todo, con espacio de sobra. No coloques el queso en un plato, por que cuando empiece a derretirse, se saldrá del plato y tendrás que limpiar un desastre derretido del microondas.

5. Poner el microondas a fuego lento durante 15 segundos.

   Colocar el bol de queso rallado en el microondas. Cierra la puerta del microondas. Utilizar el calor más bajo que tenga tu microondas. El queso es mejor derretirlo a la temperatura más baja posible. Comenzar con 15 segundos. Calentar el queso a altas temperaturas absorbe la humedad y la grasa del queso. Esto hará que el queso derretido quede grumoso y/o grasiento.